El autismo es un trastorno del neurodesarrollo de base neurobiológica, caracterizado por una alteración cualitativa en la interacción social y la comunicación, asociado a intereses restringidos y conductas estereotipadas muchas veces asociado a disfunciones sensoriales. Su prevalencia es uno cada 44 personas, con un claro predominio en varones, aunque es probable que haya un subregistro en mujeres. La génesis del autismo no puede interpretarse a través de una sola teoría, tampoco podemos compartimentalizar áreas del cerebro como responsables únicos. El autismo se entiende como el producto de alteraciones en el desarrollo de redes neuronales complejas, secundarias a fallas en la sinaptogénesis. Sabemos que hay genes relacionados, factores ambientales y epigenéticos que juegan un rol en el desarrollo del mismo. En este trabajo se analizan aspectos neurobiológicos (estructurales, funcionales, moleculares, inmunológicos y fisiológicos) que guardan una estrecha relación entre el origen y la comprensión del mismo:
1. Déficit en el sistema de recompensa social
2. Disfunciones y alteraciones de la amígdala
3. El sistema de neuronas espejo, la imitación y su importancia en la empatía
4. Anormalidades en las minicolumnas
5. Factores inflamatorios, inmunológicos y de la microglía
6. Los neuropéptidos y su influencia en el autismo
7. Trastornos en la inhibición neuronal-interneuronopatías Déficit en el sistema de recompensa social
Los seres humanos somos seres sociales, al nacer satisfacemos nuestra ansiedad y disgusto con recompensas como estar en brazos o recibir alimento. Al amamantarnos tenemos la mirada dirigida a los ojos de nuestra madre, nuestro primer estímulo social relacionado al reconocimiento de emociones.
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