viernes, 10 de octubre de 2025

Neurodivergencia y bullying

La mitad de las niños y jóvenes con autismo sufren acoso escolar. Suele ser menos físico y más difícil de observar porque se basa en: intimidación, amenazas, exclusión, insultos y burlas. El miedo a ser acosados o a sentirse diferentes puede llevar a las niños y jóvenes a aislarse. Además, algunos de ellos pueden no reconocer cuándo están siendo intimidados y, por ende, no buscan ayuda.  

El impacto emocional del acoso y la exclusión les puede provocar baja autoestima, ansiedad o depresión. 

Es de suma importancia la colaboración del centro educativo mediante la incorporación de acciones que promuevan a una mejor conviviencia, a saber:

Promover actitudes positivas e inclusivas hacia el autismo: educar en el valor de la diferencia y mostrar referentes.

Favorecer actividades de convivencia, conocimiento de los demás, colaboración y apoyo mutuo.

Vigilar las formas sutiles o encubiertas de acoso: rumores, aislamiento, etc. 

Asegurarse de que tenga una persona y un lugar "seguro" a los que acudir si está siendo acosado o excluido.  

Ofrecer diferentes medios para denunciar el acoso (verbal, escrito, anónimo, etc.). 

Facilitar la relación con otros compañeros con los que pueda compartir intereses o aficiones. 





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